Ser madre no es fácil

Fuente: Àmbit Maria Corral d’Investigació i Difusió

baby-499976_1920-e1446199395176Por Sofía Gallego
Psicóloga i pedagoga
Barcelona, noviembre 2015
Foto: Creative Commons

Una vez más la prensa diaria me ha sorprendido con una noticia que se me hace difícil dejar de comentar. Con el titular Un bebe en el poder nos explica que la secretaria de Servicios Sociales y de Autonomía Personal de la Generalitat Valenciana, va al trabajo con su hija Frida de tres meses y la amamanta cuando la niña lo requiere. También explica el diario que cuando la señora Sandra Casas fue llamada para ocupar esta secretaría condicionó su incorporación a la posibilidad de un horario flexible y al hecho mismo de poder amamantar su hija en horario de trabajo.

Que una madre quiera amamantar a su hijo no es una noticia que merezca más atención de que la habitual. En el mundo muchas madres lo hacen; la posibilidad de llevar el hijo al trabajo sí que lo es y suscita algún tipo de reflexión. La señora Casas tiene un cargo político, pero la pregunta a hacer es: ¿qué habría pasado si la misma demanda se hubiese presentado en una empresa privada? La respuesta cierta no la sé, pero la puedo imaginar; la negativa habría sido casi segura, alegando que a la empresa se va a trabajar, no a cuidar a los hijos, o cualquier otro argumento en esta misma línea negativa.

La situación demográfica en nuestro país no es muy espléndida: las mujeres cada vez tienen menos hijos o bien empiezan a tenerlos en edades tardías, con lo cual el espacio de tiempo fértil queda sensiblemente reducido. A menudo, la mujer se encuentra en la disyuntiva de tener que escoger entre la maternidad y seguir la carrera profesional, sin poderse permitir hacer ningún tipo de paréntesis en la vida laboral para poder continuar teniendo expectativas de futuro como profesional. No obstante eso, el reloj biológico no se detiene y el tiempo se acorta, como ya he dicho. Sigue leyendo